jueves, 1 de abril de 2010

Ana


Cada día me maravillo más
y es que como madre enamorada de mi hija
tengo que cantar las alabanzas
correspondientes

Solo sé decir que es mi centro
mi timón, mi horizonte
y que la vida a su lado es dulce
Dios me la devolvió el año pasado

Esa convivencia ha sido
lo más delicioso que he tenido
en este largo caminar

Separarme de ella fue doloroso
pero volver a vivir con ella fue la
medicina a mis huesos

A ti Ana... una y otra vez
te digo que eres una hija maravillosa
una mujer hermosa
y mi anhelo más preciado
y no me cansaré de decírtelo
quiero que lo sepas
para que cuando ya no esté
tengas en tu corazón la certeza
de que esta tu madre
tan imperfecta, tan limitada
te amó con un amor perfecto
e ilimitado.

Gracias nena por existir