El dibujante, llegaba todas las tardes, con sus rapidógrafos y se sentaba a mi par. Era una estrella, brillaba y sonreía como el sol. las miradas se cruzaban y las risas salían, y yo... con la pierna atada al grillete, y el también.
De frente nos topábamos por la mañana, cuando el venía y yo iba por el café... el dibujante, fue mi amor etéreo, mi fantasía mi sueño... mi pecado sin pecar. Y era famoso, y lo encontraba todos los días en mi diario... y a la par mía se sentaba a dibujar, cuando a mi me tocaba diagramar.
Piel blanca, ojos claro, ideales en su corazón. Eso era el dibujante. Pero la fama se lo tragó. El poder del dinero, que se yo... y de pronto, hasta del diario desapareció.
Yo te quiero imaginar mi dibujante, como en esos días cuando te conocí. Sin barba, con tu pelo castaño, tu piel blanca brillante... y tu rapidógrafo, tu morral de cuero al hombro y tu camisa de cuadros... ay dibujante... ¿dónde estarás?
De frente nos topábamos por la mañana, cuando el venía y yo iba por el café... el dibujante, fue mi amor etéreo, mi fantasía mi sueño... mi pecado sin pecar. Y era famoso, y lo encontraba todos los días en mi diario... y a la par mía se sentaba a dibujar, cuando a mi me tocaba diagramar.
Piel blanca, ojos claro, ideales en su corazón. Eso era el dibujante. Pero la fama se lo tragó. El poder del dinero, que se yo... y de pronto, hasta del diario desapareció.
Yo te quiero imaginar mi dibujante, como en esos días cuando te conocí. Sin barba, con tu pelo castaño, tu piel blanca brillante... y tu rapidógrafo, tu morral de cuero al hombro y tu camisa de cuadros... ay dibujante... ¿dónde estarás?
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