Éramos tres y tan diferentes, niñas de primaria... Anahité, Diana y yo... Una flaca, de lentes, de pelo lacio y muy seria. Fue mi primera amiga, a la que yo recuerdo. Con ella aprendí a ir a piñatas de primera vez... su casa en la zona uno, una casa vieja, pero acogedora... Diana era más como masculina, tenía una yegua viviendo en su casa, que realmente, no era casa, sino casi finca... su yegua se llamaba Furia y era su tema favorito... y yo, niña larguirucha, delgada y melancólica... y desde ese momento fueron tres...
Y después nos convertimos en tres otra vez... porque conforme van pasando los años, vas dejando atrás unas amistades y vienen nuevas... y ahora era de nuevo Diana, la Susy y yo... y la constante lucha, por ver que habían dos que congeniaban y otra que sobraba... éramos tres las que ahora soñábamos un día en convertirnos en maestras y enseñar a los niños... las que nos sentábamos en el corredor del cole... a jugar a los Yaxs... o a cantar la lotería de Amor es... y seguimos siendo tres hasta el día que nos separamos por completo...
Pero la vida siempre me siguió regalando tríos... la Amarilis... la Marlen y yo... A la que volví a ver hace poco fue a la Amarilis... y siguió la vida y de nuevo fuimos tres... La Edna, la Paty y yo... en el Sagrado Corazón... a la Edna la admirábamos, porque con soltura sacaba el cigarrito y empezaba a fumar... ella fue la que nos enseñó a dar el golpe... la Paty y yo como buenas pro asmáticas, nunca aprendimos y nunca nos gustó... jejejejeje pero la admirábamos, porque su madre le permitía fumar... Y al tiempo, a la Edna se la llevó el matrimonio... yo creo que saliendo de la misa de graduación se fue a la misa del casorio... y ahora tiene hijos que ufffff... le llevan siquiera unos ocho años a la mía... A la Paty no la volví a ver, se fue con su marido a Dallas, y desde allá deben estar añorando el mole de plátano...
Y en California también fuimos tres... Roshanak, Homeyra y yo... amigas de fuego, mis dos iraníes favoritas... con las que reímos, nos contábamos de los enamorados, hacíamos travesuras... ellas aprendieron a decir "Mango" en español y yo aprendí a decir "Azizam" en persa... estas tres fueron divertidas, niñas de los ochenta, oyendo música y compartiendo, soñando y siendo ilusas... enamorándonos del amor... pero éramos tres... unidas y singulares...
Y luego volvimos a ser tres... la Susy, La Moni y yo... estas dos mis mosketeras favoritas, con las que comparto mi vida, mis tristezas y mis intimidades... mis más profundos miedos y las cosas que me pasan a diario... yo espero que como buenas tres mosketeras, duremos toda la vida...
Y después nos convertimos en tres otra vez... porque conforme van pasando los años, vas dejando atrás unas amistades y vienen nuevas... y ahora era de nuevo Diana, la Susy y yo... y la constante lucha, por ver que habían dos que congeniaban y otra que sobraba... éramos tres las que ahora soñábamos un día en convertirnos en maestras y enseñar a los niños... las que nos sentábamos en el corredor del cole... a jugar a los Yaxs... o a cantar la lotería de Amor es... y seguimos siendo tres hasta el día que nos separamos por completo...
Pero la vida siempre me siguió regalando tríos... la Amarilis... la Marlen y yo... A la que volví a ver hace poco fue a la Amarilis... y siguió la vida y de nuevo fuimos tres... La Edna, la Paty y yo... en el Sagrado Corazón... a la Edna la admirábamos, porque con soltura sacaba el cigarrito y empezaba a fumar... ella fue la que nos enseñó a dar el golpe... la Paty y yo como buenas pro asmáticas, nunca aprendimos y nunca nos gustó... jejejejeje pero la admirábamos, porque su madre le permitía fumar... Y al tiempo, a la Edna se la llevó el matrimonio... yo creo que saliendo de la misa de graduación se fue a la misa del casorio... y ahora tiene hijos que ufffff... le llevan siquiera unos ocho años a la mía... A la Paty no la volví a ver, se fue con su marido a Dallas, y desde allá deben estar añorando el mole de plátano...
Y en California también fuimos tres... Roshanak, Homeyra y yo... amigas de fuego, mis dos iraníes favoritas... con las que reímos, nos contábamos de los enamorados, hacíamos travesuras... ellas aprendieron a decir "Mango" en español y yo aprendí a decir "Azizam" en persa... estas tres fueron divertidas, niñas de los ochenta, oyendo música y compartiendo, soñando y siendo ilusas... enamorándonos del amor... pero éramos tres... unidas y singulares...
Y luego volvimos a ser tres... la Susy, La Moni y yo... estas dos mis mosketeras favoritas, con las que comparto mi vida, mis tristezas y mis intimidades... mis más profundos miedos y las cosas que me pasan a diario... yo espero que como buenas tres mosketeras, duremos toda la vida...
1 comentario:
Que asì sea....
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